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8. Escuchar la voz de Dios


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Hablar las parejas para saber si identifican a su compañero/a.

Desde Adán y Eva, Dios ha estado hablando al hombre. La Escritura dice que desde el mismo principio: “Oyeron la voz del Señor Dios.” (Génesis 3:8). Adán dijo: “Te oí en el huerto.” (versículo 10).

Desde el Génesis hasta el Nuevo Testamento, Dios hizo que su voz fuera conocida por su pueblo - a Abraham, Moisés, Caleb, Josué, Samuel y David, a reyes y jueces justos. En los libros de los profetas vemos esta frase repetida vez tras vez: “Y Dios dijo...” La voz de Dios era conocida y entendida. ¡Él siempre hizo que su voz fuese oída!

Jesús confirmó esto en el Nuevo Testamento, usando el ejemplo del Buen Pastor: “Y las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por nombre, y las conduce fuera. Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. Pero a un desconocido no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.” (Juan 10:3-5).

Jesús declaró a Pilato: “Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.” (18:37). El mensaje para nosotros es claro: Si tienes al Espíritu de Dios en ti, entonces ¡oirás y conocerás su voz!

 

Juan 10:27… mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen...

*nosotros “ovejas” tenemos que conocer la voz del Señor… Porque si la conocemos, podremos seguir el camino.

*Samuel siendo niño, tuvo que aprender a conocer la voz de Dios… 1ªSamuel 3: 1-10

Eli tuvo que enseñar a Samuel a escuchar la voz de Dios...

 

*Moisés... Que le ocurre a Moisés en Éxodo 3 · Leer

Resumir… el hecho de cómo habla con Dios y sus propósitos...

 

*que le pasa a Moisés en Éxodo 18... Resumir el tema, explicando como Jetro (suegro de Moisés) le exhorta y le explica cómo organizar al pueblo...

 

Santiago 3:13-18 nos explica la sabiduría de lo alto…. V_17 resumirlo:

Pureza: “jagnos” La raíz significa suficientemente puro. Lo que no tiene defecto. En su forma de verbo (purificar), habla de poner una persona en condiciones aptas para el culto. Los medios de purificación son la sangre (levítico 15:52), agua (números 19:12) y periodos de apartamiento (levítico 12:5).

Motivado por deseo sincero de servir a Dios y a los demás; no contaminado por agendas egoístas.

Pacifica: “eirenikos” Es la correcta relación de los hombres entre sí y con Dios. La verdadera sabiduría es la que acerca a los seres humanos entre sí y amos a Dios. Relaciones armoniosas con los demás es una prioridad alta; en contraste con argumentativo.

Amable: “epieikes” Aquello que esta mas allá de la ley escrita. Es del ser humano que sabe perdonar aun cuando la ley le concede el derecho de condenar. Es cuando sabe cuando sabe hacer uso de su derecho, sabe como templar la justicia con la misericordia.

No excesivamente riguroso; aguantador; en contraste con insistir egoístamente en los derechos de uno.

Benigna o Razonable: “eupeithes” Puede tener dos significado. 1. Estar siempre listo para obedecer. Es el ser humano que es sabio está deseoso de obedecer a Dios cada vez que lo requiera.

2. Fácil de persuadir. Es el que está dispuesto a escuchar, razonar. La verdadera sabiduría no es rígida, ni insensible, está dispuesta a escuchar, desea aprender, adiestrarse, y sabe cuando hay que ceder.

Dispuesto a ser persuadido; capaz de diferir; en contraste con insistir tercamente en tu propia manera.

Los creyentes deben ser benignos unos con otros Efesios 4:32

 

 

Lleno de gracia y buenos frutos: Aquí se entrelazan la misericordia y buenos frutos. “eleos”. Piedad por el que está sufriendo injustamente. Misericordia hacia el que está en dificultad, aun que esté sufriendo por su propia causa. La misericordia que resulta en buenos frutos, es la misericordia que se manifiesta en ayuda práctica. La misericordia cristiana no es una mera emoción en acción, no es un simple sentimiento de tristeza con respecto a alguien. No podemos decir que no hemos compadecido verdaderamente de alguien hasta que lo hayamos socorrido. Compasión hacia aquellos que están sufriendo; incluso cuando es debido a sus propias elecciones equivocadas, y dispuesto a hacer algo con respecto a eso.

Sin dudar: “adiakritos” Sinuosa, dubitativa La verdadera sabiduría elige su rumbo y persevera en el. No es vacilante, mantiene las verdades cristianas, tiene certeza de las verdades de Dios y no cambia. Firme en el compromiso en las relaciones; en contraste con renunciar cuando la persona se pone terca.

Sin hipocresías: “anypokritos” Comedia. La verdadera sabiduría nunca realiza comedia, no se disfraza para ocultar la verdadera realidad, ni realiza comedia para lograr sus fines. No con dos caras o lleno de pretensiones; franco/directo con respecto a diferentes temas.

 

Tenemos que aprender a escuchar a Dios… pero eso no da lugar a que pensemos que todo lo tenemos que hacer así… Dios pone gente sabia alrededor de los grandes hombres de Dios para corregirlos y encaminar su vida, para mejorar su proceso.

 

Quizás has tenido la experiencia de muchos otros cristianos: Cuando oras, buscando oír y conocer la voz de Dios, tu mente se inunda con todo tipo de voces. Puedes preguntarte: “¿Cómo puedo distinguir la voz de Dios de mi propia carne? ¿Cómo puedo estar seguro que Dios está hablando, y no la voz de un espíritu tentador?”

Si estás consintiendo algún pecado secreto, puedes estar seguro que realmente no quieres oír la voz de Dios. Eso es porque ya sabes lo que él te dirá – ¡y no quieres oírlo!

Cuando Adán y Eva pecaron, trajo la vergüenza. Y con esa vergüenza vinieron la culpa, el temor y la condenación. Esta vergüenza es llamada “desnudez” en el Antiguo Testamento - y estar desnudos significa estar de pie en la presencia de Dios vestidos sólo con la culpa. “Pero Jehová Dios llamó a Adán, y le dijo, ¿Dónde estás tú? Y él dijo, Oí tu voz en el jardín, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.” (Génesis 3:9-10).

Adán se escondió de la voz de Dios, debido a la culpa y la vergüenza de su pecado.

Sí, queremos oír la voz de Dios, ¡pero queremos oírla cómodamente! No queremos que nos agite. Pero ¿por qué Dios nos daría su voz de dirección si no está seguro que le obedeceremos?

¡Abraham aprendió a oír la voz de Dios obedeciendo primero lo que oyó - en el momento que lo oyó! La palabra de Dios para él fue una palabra dura: “¡Sacrifica a tu hijo, Isaac!” Abraham actuó en esa palabra y su obediencia se volvió un aroma perfumado que tocó el mundo entero: “En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” (Génesis 22:18).

Los maestros de Israel vinieron a Moisés y dijeron: “Ahora, pues ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva? Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos, y haremos.” (Deuteronomio 5:25-27).

Estos hombres estaban diciendo a Moisés: “¡Ve hacia Dios! Oye su voz y dinos lo que dice, y lo haremos.”

estos israelitas no tenían miedo de oír la voz de Dios - ¡tenían miedo de lo que iba a decirles! ¡Era porque todavía estaban aferrados a los ídolos.


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