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2. La Trinidad de Dios


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1. LA UNIDAD DE LA DIVINA TRINIDAD
En general, el Antiguo Testamento recalca el énfasis de la unidad de Dios (Ex. 20:3; Dt. 6:4; Is. 44:6), un hecho que también se enseña en el Nuevo Testamento (Jn.10:30; 14:9; 17:11, 22, 23; Col. 1:15). Tanto en el Antiguo como en una gran parte del Nuevo Testamento también se indica que Dios existe como una Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Muchos creen que la doctrina de la Trinidad está implícita en el uso de la palabra Elohim (El Señor, nuestros dioses, uno es), como un nombre para Dios, y que está en una forma plural y parece referirse al Dios trino y uno.


En los principios del Génesis hay referencias al Espíritu de Dios, y los pronombres personales en plural se usan para Dios como en el Génesis 1:26 ([...] hagamos al hombre [...]); 3:22 ([...] es como uno de nosotros) 11:7 ([...] descendamos y confundamos sus lenguas.). Frecuentemente, en el Antiguo Testamento hay distinción dentro de la naturaleza de Dios, en términos de Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. lsaías en 7:14, habla del Hijo como Emanuel, «Dios con nosotros», que tiene que ser distinto del Dios Padre y del Espíritu. Este Hijo es llamado, en Isaías 9:6, «Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz».
En el Salmo 2:7, Dios Padre, referido como «Yo», indica que es su propósito tener a su Hijo como el supremo soberano sobre la tierra. Por lo mismo que el Padre y el Hijo quedan distinguidos, así Dios también se distingue del Espíritu Santo, como en el Salmo 104:30, donde el Señor envía a su Espíritu. A estas evidencias hay que añadir todas las referencias del Angel de Jehová, que señala las apariciones del Hijo de Dios en el Antiguo Testamento como uno enviado por el Padre, y referencias al Espíritu del Señor, como el Espíritu Santo, distinto del Padre y del Hijo.

A esas evidencias del Antiguo Testamento el Nuevo añade una revelación adicional. Aquí, en la persona de Jesucristo, está el Dios Encarnado, concebido por el Espíritu Santo, y, con todo, Hijo de Dios, el Padre. En el bautismo de Jesús, la distinción de la Trinidad se hace evidente con Dios Padre hablando desde los cielos, el Espíritu Santo descendiendo como una paloma y esparciendo luz sobre El y el propio Jesucristo bautizado (Mt. 3:16-17). Esas distinciones de la Trinidad se observan también en pasajes tales como Juan 14: 16, donde el Padre y el Consolador quedan distinguidos del propio Cristo, y en Mateo 28: 19, donde  los discípulos son instruidos para bautizar a los creyentes «en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».

Las muchas indicaciones que hay, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, de que Dios existe o subsiste como trino y uno, han conformado la doctrina de la Trinidad como un hecho central de todas las creencias ortodoxas, desde los principios de la iglesia hasta los tiempos más modernos. Cualquier desviación de esto se considera como un apartamiento de la verdad escritural.  Aunque la palabra «Trinidad» no se da en la Biblia, los hechos de la revelación escritural no permiten otra explicación.

Aunque la doctrina de la Trinidad es un hecho central, el núcleo de la fe cristiana está más allá de la comprensión humana y no  tiene paralelo en la experiencia del hombre. La mejor definición es el sostener que, aunque Dios es uno, El existe en tres personas. Estas personas son iguales, tienen los mismos atributos y son igualmente dignas de adoración, culto y fe. Con todo, la doctrina de la unidad de la Divinidad está clara en el sentido de que no hay tres dioses separados, como tres seres humanos separados, tales como Pedro, Santiago y Juan. De acuerdo con esto, la verdadera fe cristiana no es un triteísmo, como creencia en tres dioses. Por otra parte, la Trinidad no tiene que ser explicada como tres modalidades de existencia, es decir, que un solo Dios se manifiesta a sí mismo en tres formas. La Trinidad es esencial para el ser de Dios y es más que una forma de la revelación divina.

Las personas de la Trinidad, aunque tengan iguales atributos, difieren en ciertas propiedades. De aquí que la Primera Persona de la Trinidad sea llamada Padre. La Segunda Persona es llamada el Hijo, como enviada por el Padre. La Tercera Persona es el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo. Esto es llamado en teología la "doctrina de la sujección", y el orden no es nunca invertido, es decir, el Hijo nunca envía al Padre, y el Espíritu Santo nunca envía al Hijo. Se complementan unos a otros, no se enfrentan. De la naturaleza de la unicidad de la Divinidad no existe ilustración o paralelo en la experiencia humana. Así pues, esta doctrina tiene que ser aceptada por la fe sobre la base de la revelación escritural, incluso aunque esté más allá de toda comprensión y definición humanas.

2. LOS NOMBRES DE DIOS
En el Antiguo Testamento hay tres nombres atribuidos a Dios:
1 .El primer nombre, "JHV" («Jehová» o «Yavhé»), es el nombre de Dios aplicado sólo al verdadero Dios. El primer nombre aparece en conexión con la creación en el Génesis 2:4, y el significado del nombre se define en el Éxodo 3:13-14 como «Yo soy el que soy», es decir, el existente por si mismo, el eterno Dios.
2. El nombre más común para Dios en el Antiguo Testamento es "Elohim", una palabra que es utilizada tanto para el verdadero Dios como para los dioses del mundo pagano. Este nombre aparece en el Génesis 1: 1. Se ha debatido mucho este nombre, pero parece incluir la idea de ser el «Uno y Fuerte», el Ser que tiene que ser temido y reverenciado. A causa de estar en una forma plural parece incluir a la Trinidad, aunque pueda ser usado también en las Personas individuales de la Trinidad.
3. El tercer nombre de Dios en el Antiguo Testamento es "Adonai", que comúnmente significa «dueño o señor», y es utilizado, no solamente de Dios como nuestro Dueño, sino también de los hombres que son amos sobre sus siervos. Con frecuencia se une a Elohim, como en Génesis 15:2; y cuando es usado así, recarga el énfasis del hecho de que Dios es nuestro Amo o Señor. Muchas combinaciones de estos nombres de Dios se encuentran a lo largo del Antiguo Testamento. El más frecuente es Jehová Elohim, o Adonai Elohim.

A estas combinaciones de los tres primitivos nombres de Dios hay que añadir muchos otros compuestos y que se encuentran en el Antiguo Testamento, tales como:
-Jehová-jiré, que significa «el Señor proveerá» (Gn. 22:13-14)
-Jehová-rafah, «el Señor que sana» (Ex. 15:26)
-Jehová-nissi, «el Señor es nuestra bandera» (Ex. 17:8-15)
-Jehová-salom, «el Señor es nuestra paz» (Jue. 6:24)
-Jehová-sidkenu, «el Señor es nuestra justicia» (Jer. 23:6)
-Jehová-sama, «el Señor está presente» (Ez. 48:35).

En el Nuevo Testamento se encuentran títulos adicionales en donde la Primera Persona se distingue por «el Padre», la Segunda como «el Hijo» y la Tercera como «el Espíritu Santo». Estos títulos, por supuesto, se encuentran también en el Antiguo Testamento, pero son más comunes en el Nuevo.

3. LOS ATRIBUTOS DE DIOS
En el Ser esencial de Dios hay ciertos atributos inherentes o cualidades esenciales de Dios. Tales atributos están eternamente mantenidos por el Dios Trino y Uno y son iguales para cada persona de la Divinidad. Incluido en dichos atributos está el hecho de que Dios es Espíritu (Jn. 4:24), Dios es vida (Jn. 5:26), Dios existe por sí mismo (Ex. 3:14), Dios es infinito (Sal. 145:3), Dios es inmutable o sin cambios (Sal. 102:27; Mal. 3:6; Stg. 1:17), Dios es la verdad (Dt. 32:4; Jn. 17:3), Dios es amor (1 Jn. 4:8), Dios es eterno (Sal. 90:2; Jer. 23:23-24), Dios es omnisciente (Sal. 147:4-5) y Dios es omnipotente (Mt. 19:26).

Otras variantes de tales atributos pueden verse en el hecho de que Dios es bueno, Dios es misericordioso y Dios es soberano. Todas las perfecciones están atribuidas a Dios de forma infinita, y sus obras, así como su Ser, son perfectos. El gran diseño y los detalles del universo son evidencia de su infinita grandeza y soberanía, su poder, su sabiduría. Su plan de Salvación, según está revelado en las Escrituras, es otra evidencia de su amor, su justicia y su gracia. Ningún aspecto de la creación es demasiado grande para que El tenga sobre todo lo existente un completo control, y ni siquiera el más pequeño detalle, incluso la caída de un gorrión, es demasiado pequeño para no quedar incluido en su plan soberano.

4. LA SOBERANIA DE DIOS
Los atributos de Dios ponen de manifiesto que Dios es lo supremo sobre  todo lo existente. Noqueda nada sujeto a otro poder, autoridad o gloria y no está sujeto a ninguna entidad que sea superior a El. El representa la perfección hasta un grado infinito en cualquier aspecto de su Ser.El no puede jamás ser sorprendido, derrotado o disminuido. No obstante, sin sacrificar su autoridad o comprometer la realización final de su perfecta voluntad, Dios se ha complacido en dar a los hombres una medida de libertad y de elección, y para el ejercicio de esta elección Dios mantiene al hombre responsable.

A causa de estar el hombre, en su depravado estado, ciego e insensible a la obra de Dios, aparece claro en la Escritura que los hombres no deben apartarse de Dios, suprimiendo al Espíritu de sus corazones (Jn. 6:44; 16:7-11). Del lado humano, sin
embargo, el hombre es responsable de su incredulidad y se le ordena que crea en el Señor Jesucristo con el objeto de que pueda ser salvado (Mar. 1.15; Hch. 16:31; 17.30-31). Es también verdad que en los asuntos de los hombres, especialmente de los cristianos, Dios actúa para que se cumpla su voluntad (Fil. 2: 13). Con todo, El no fuerza a los hombres a que se entreguen a Dios, sino más bien les exhorta a que lo hagan (Ro. 12: 1, 2).

El hecho de que Dios haya otorgado una cierta libertad al hombre no introduce un factor de incertidumbre en el universo, puesto que Dios se anticipa y conoce hasta el infinito todo lo que los hombres harán en respuesta a las influencias divinas y humanas y que se producen en sus vidas. Su soberanía, por tanto, se extiende infinitamente a todo acto, incluso si temporalmente ha de ser en el mal. por perrnitirlo, y que en última instancia todo redunda en que Dios pueda ser glorificado.

5. EL MANDATO DE DIOS
El propósito soberano de Dios se define teológicamente como el mandato de Dios, refiriéndose al plan general que incluye todos los acontecimientos de cualquier clase que puedan ocurrir. El mandato de Dios incluye esos acontecimientos que Dios hace por sí mismo, y también incluye todo lo que Dios lleva a cabo mediante la ley natural, sobre la cual El es absoluto soberano. Más difícil de comprender es el hecho de que su mandato soberano también se extiende a todos los actos de los hombres, los cuales están incluidos en su plan eterno.

Aunque sea incomprensible para nosotros, es evidente que el Dios omnisciente, teniendo un completo conocimiento de lo que el hombre hará en su libertad, al decidir conceder al hombre la libertad de elección, no introduce ningún elemento de incertidumbre. El plan divino, de acuerdo con esto, incluyó el permitir el pecado como Adán y Eva lo cometieron, con todos los resultados de esta comisión del pecado. Ello incluye el divino remedio de Cristo, muriendo en la cruz, y toda la obra del Espíritu Santo en llevar a los hombres el arrepentimiento y la fe.

Aunque la obra de Dios en el corazón humano es inescrutable, la Biblia determina claramente que si bien, de una parte, lo que el hombre hace fue incluido en el mandato eterno de Dios, de otra, el hombre opera con libertad de elegir y es responsable de sus libres actos de elección. El mandato de Dios no es el fatalismo -un control de todos los acontecimientos ciego y mecánico-, sino que es el plan inteligente, amoroso y sabio, en el cual el hombre, responsable de sus actos, se mantiene responsable por lo que hace, siendo, por lo demás, recompensado por sus buenas obras.

El mandato de Dios puede ser dividido en subdivisiones tales como su mandato de crear, su mandato de preservar el mundo, su mandato de Providencia y su sabio gobierno del universo. Su mandato incluye las promesas o alianzas de Dios, sus propósitos en la Divina Providencia y su gracia, supremamente manifestada hacia el hombre. Ante semejante Dios, el hombre sólo puede inclinarse en sumisión, en amor y en adoración.

6. ¿QUÉ ES LA TRINIDAD?
La palabra "trinidad" es un término usado para indicar la doctrina Cristiana de que Dios existe como una unidad de tres personas distintas: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Cada una de las personas es diferente de las otras, aún cuando en esencia, están relacionadas. En otras palabras, cada una es completamente divina en naturaleza, pero cada una individualmente, no es la totalidad de las otras personas de la Trinidad. Cada una tiene voluntad, ama y cuando habla usa los pronombres "Yo" y "Tu". El Padre no es la misma persona que el Hijo; el cual a su vez, no es la misma persona que el Espíritu Santo; el cual a su vez tampoco es igual al Padre. Aún cuando cada uno es divino, no hay tres dioses, sino un solo Dios. Subsisten individualmente en tres personas. La palabra subsisten (de "subsistir") significa algo que tiene una existencia real. La palabra "persona" demuestra individualidad y libre conciencia. La Trinidad es tres, aunque el término se ha convertido en el dominante usado para describir los aspectos individuales de Dios conocido como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.

En la doctrina de la Trinidad se encuentra incluido el monoteísmo, lo cual es la enseñanza de que en todo el universo existe un ser único conocido como Dios el cual tiene una existencia propia e inmutable. (ls 43:10; 44:6, 8 ). Es importante notar que la doctrina de la Trinidad no es politeísta como algunos de los críticos proclaman. Por definición el Trinitarismo es monoteísta y aquellos que claman que es politeísta demuestran una falta de entendimiento de lo que es ésta realmente.

La Trinidad
Dios es tres personas
Cada persona es divina.
Hay un solo Dios


Muchos teólogos admiten que el término "persona" no es una palabra perfecta para describir los tres aspectos individuales encontrados en Dios. Normalmente, cuando usamos la palabra persona, entendemos que ésta significa individuos físicos los cuales existen como seres separados de otros individuos. Pero en Dios no hay tres entidades ni tampoco tres seres. Dios es una Trinidad de personas la cual consiste de una sustancia y una esencia. Dios, numéricamente es uno; aún así, dentro de la esencia divina individual hay tres individuos subsistiendo a los cuales llamamos personas.

Cada una de las tres personas es completamente divina en naturaleza, aunque cada uno no es la totalidad la Divinidad.
Cada una de las tres personas no es las otras dos personas.
Cada una de las tres personas está relacionada a las otras dos, pero son diferentes entre ellas.

La palabra "trinidad" no se encuentra en la Biblia. Pero esto no significa que el concepto no se enseñe en ésta. La palabra "biblia" tampoco se encuentra en la Biblia, pero de todas formas, la usamos. De igual manera, las palabras"omnisciencia" (todo conocimiento), "omnipotencia" (todo poderoso) y "omnipresencia" (presente en todo lugar), tampoco se encuentran en la Biblia; pero las usamos para describir los atributos de Dios. Así que para decir que la Trinidad no es verdadera porque la palabra no se encuentra en la Biblia es un argumento inválido.

7. ¿EXISTE SUBORDINACIÓN EN LA TRINIDAD?
Aparentemente hay una subordinación dentro de la Trinidad con relación al orden pero no en sustancia o esencia. Podemos ver que el Padre es primero, el Hijo es el segundo y el Espíritu Santo es el tercero. El Padre no es engendrado, pero el Hijo sí lo es (Jn 3:16); el Espíritu Santo procede del Padre (Jn 5:26), el Padre mandó al Hijo (1 Jn 4:10), el Hijo y el Padre enviaron al Espíritu Santo (Jn 14:26; 15:26). El Padre crea (Is 44:24), el Hijo redime (Gá 3:13) y el Espíritu Santo santifica. (Ro 15:16).

Esta subordinación en cuanto al orden no significa que cada uno de los miembros de la Divinidad no es igual o divino. Por ejemplo, vemos que el Padre mandó al Hijo. Esto no significa que el Hijo no sea igual al Padre en esencia y naturaleza divina. El Hijo es igual al Padre en Su divinidad pero inferior en Su humanidad. Una esposa está supuesta a estar sujeta a su marido, pero esto no niega la humanidad, esencia o igualdad de ella. En otra analogía, un rey y su siervo, comparten la naturaleza humana, sin embargo, el rey manda al sirviente para que haga su voluntad (la del rey). Jesús dijo: "Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió." (Jn 6:38). Claro está, que Jesús ya es Rey, pero la analogía muestra que cuando es mandado, esto no significa que es diferente en naturaleza de aquel que lo envió.

Los críticos de la Trinidad verán esta subordinación como prueba de que la Trinidad es falsa. Ellos razonan que si Jesús fuera verdaderamente Dios, entonces, Él sería completamente igual a Dios el Padre en todas las áreas y por lo tanto, no estaría subordinado al Padre de ninguna manera. Pero esta objeción no es lógica. Si miramos la analogía del rey y su siervo, ciertamente no diríamos que el sirviente no es humano debido a que fue mandado. Ser mandado no niega la igualdad en esencia. Por lo tanto, el hecho de que el Hijo fue mandado no significa que Él ya no es más divino. Cuando mi esposa me manda a traer la leche y el pan, no significa que dejo de ser humano.

8. ¿ES ESTO CONFUSO?
Otro punto importante acerca de la Trinidad es que su concepto puede ser difícil de entender. Pero ésta no necesita un argumento contra su validez. Al contrario, el hecho de que es difícil es un argumento para su verdad. La Biblia es la revelación misma de un Dios infinito. Por lo tanto, estamos obligados a encontramos con conceptos difíciles de entender; especialmente cuando tratamos con un Dios impenetrable, el cual existe en todos los lugares al mismo tiempo. Así que cuando vemos descripciones y atributos de Dios manifestados en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, descubrimos que una explicación comprensible y entendible de la esencia y naturaleza de Dios no es posible hacerla. Sin embargo, lo que hemos hecho se deriva de las verdades que se encuentran en la Escritura las cuales podemos tomar y combinar en la doctrina que llamamos Trinidad. La Trinidad es, en gran medida, un misterio; después de todo, estamos tratando con Dios Mismo.

Los cultos minimizan la verdad bíblica para hacer a Dios comprensible y entendible para las mentes de ellos. Para este fin, ellos usan la Palabra de Dios en su propio razonamiento lo cual termina en un error. Los siguientes versículos son usados con frecuencia para demostrar que la doctrina de la Trinidad es definitivamente bíblica:
Mt 28:18: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
1 Co 12:4-6:"Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el mismo."
2 Co 13:14: 'La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén."
Ef 4:4-7:"un solo cuerpo, y un solo espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un Señor, una fe, un bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos."
1 P 1:2: "elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas."
Judas 20-21: "Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna".

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