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11.1. Ética Cristiana


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Ética es una rama de la filosofía dedicada a las cuestiones morales.


La palabra ética proviene del latín ETHÎCUS, y este del griego antiguo ÊTHICOS, derivada de ÊTHOS, que significa carácter o perteneciente al carácter.


La ética es la reflexión crítica sobre los valores y principios que guían nuestras decisiones y comportamientos.



La ética cristiana trata de lo que es moralmente correcto o incorrecto según la ley divina.

-Es la ciencia de la conducta, es decir, la actitud dirigida hacia un fin.



La autoridad bíblica revela los principios sobre los cuales debemos decidir lo que es bueno y lo que es malo.


La ética estudia las costumbres humanas, los principios de sus acciones y considera lo que constituye lo bueno y lo malo en tales principios y costumbres.



El ser humano está dotado por Dios de una mente capaz de razonar y de un albedrio responsable.



El juicio humano, guiado por el Espíritu Santo, aplica los principios de las Escrituras, por analogía, a las situaciones que no se tratan explícitamente en la Biblia.



Quien vive bajo los parámetros de la ÉTICA CRISTIANA reconoce la necesidad de interpretar esos hechos con una mente renovada por el Espíritu Santo, y dentro de un marco significativo controlado por las Escrituras.

 

No es materia de la ética evangélica preferencias personales ni los sentimientos sino obligaciones absolutas que gobiernan la conciencia.

 

La conciencia fue otorgada a toda la humanidad. Es innata, está expuesta a la influencia divina y también a otras influencias, como la naturaleza corrupta del hombre, sus experiencias, ideologías, el entorno moral del ambiente; por eso la conciencia no puede ser la única guía para escoger entre lo correcto y lo incorrecto.



La conciencia se confunde, divaga, y se contradice. La existencia de la conciencia nos comprueba que existe lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto.



ROMANOS 2:15
…. MOSTRANDO LA OBRA DE LA LEY ESCRITA EN SUS CORAZONES, DANDO TESTIMONIO SU CONCIENCIA, Y ACUSÁNDOLES O DEFENDIÉNDOLES SUS RAZONAMIENTOS.



Por lo tanto la conciencia NO puede determinar la ruta de la ÉTICA. Por eso la mente REGENERADA es amoldada por la revelación Escrita y guiada por el Espíritu Santo hasta que pueda diferenciar entre lo bueno y lo malo.

 

El mundo maneja una ética relativa, donde la comunidad decide lo que es moralmente correcto, o cada persona decide lo que es bueno, o aún se piensa que es imposible distinguir lo bueno de lo malo. Es el pensar humanista. Dios no tiene nada que ver con la decisión. No hay una ley afuera de la raza humana que pueda juzgar lo correcto y lo incorrecto. Lo correcto es lo que trae placer, o lo que resulta en mayor bien para muchos.

 

Pero el cristiano tiene una posición de ética absolutista, que mantiene que lo correcto es lo que Dios manda. El razonamiento humano, la tradición eclesiástica, las ciencias naturales y sociales, o la cultura pueden contribuir a las decisiones morales, pero la Palabra de Dios es la autoridad final.


 

SOLO EXISTE UNA ÉTICA VÁLIDA: LA CRISTIANA


Cristo está en el centro de la Historia de la Salvación, partiendo en dos la historia (antes y después de Cristo).


Toda la conducta, todo el comportamiento ético del ser humano está dado como fruto de creer o no creer, es decir, aceptar o rechazar a Cristo, Juan 3:14-21.


La autentica ética humana, la única normativa capaz de llevar al hombre a puerto seguro, viene de la acción del Espíritu de Dios, es fruto de un nuevo nacimiento, de la regeneración espiritual realizada por el Espíritu Santo, mediante el oír la Palabra de Dios y la obediencia a los impulsos del mismo Espíritu (Romanos 8:14, 1ªPedro 1:22-23).

 

La vida del cristiano es “participación de la naturaleza divina” (2ªPedro 1:4) es decir, de la conducta moral de Dios, de aquí arranca toda la temática moral de la Biblia, desde el primer “seréis santos, porque yo soy santo” de Levítico 11:44, hasta todo aquel que tiene esta esperanza en Jesucristo, se purifica a sí mismo, así como Él es puro.

 



LA LEY DEL PUEBLO DE ISRAEL

 

El pueblo de Israel estaba guiado por la “Torah” o la ley. Las funciones de esta eran las siguientes.

  1. Era una manera de vivir para un pueblo escogido y rescatado. La Torah era la manera de vivir convenientemente para el pueblo escogido por Dios y con quien había hecho un pacto de favor (Éxodo 19:4-6).

La ley era un favor de Dios al pueblo del pacto, como guía de su conducta “hacia Cristo” (Gálatas 3:24). En la frase de Esteban, la ley contenía “palabras de Vida” Hechos 7:38.

  1. Estaba destinada a refrenar el pecado.

Aun cuando Israel se había apartado de Dios, su conducta era mucho mejor que la de las naciones paganas, aunque estaba muy lejos del espíritu de la Ley.

“la Ley no fue dad para el justo, sino para los transgresores y desobedientes” (1ªTimoteo 1:9).

  1. Demuestra la naturaleza caída del pecado.

Es decir, solo mediante la Ley sabe el hombre que el pecado es pecado (Romanos 4:15; 7:13).

  1. Convence al individuo del pecado.

Romanos 3:20 “Por medio de la ley es el conocimiento del pecado”.

En la Ley se refleja como en un espejo la condición interior del hombre (Santiago 1:23), la Ley nos acusa. Es significativo el caso de Josías en (2ª Crónicas 34:18-21).

  1. Es una preparación para Cristo según Gálatas 3:24, ha sido nuestro ayo (Pablo lo usa como una figura de la "ley" que dirigió y disciplinó al pueblo de Dios hasta la venida de Cristo, la mejor traducción sería "custodio".

Pero venida la fe ya no estamos bajo ayo (Gálatas 3:25). La Ley preparaba para Cristo en todos los aspectos mencionados y en el aspecto ceremonial (Hebreos del capítulo 7 al 10).

 

Cristo dijo que había venido a cumplir la Ley (Mateo 5:17) y, con su cumplimiento puso fin a la Ley (Romanos 10:4), de modo que el cristiano esta libre del yugo de la Ley (Romanos 6:14; 7:4; Gálatas 2:19; 4:5; 5:18). Según Hebreos 8:10 el Señor dice: “pondré mis leyes en la mente de ellos y sobre su corazón las escribiré”. Es decir, si alguien no conoce las leyes como los pueblos primitivos, se guiaran por lo que les dicte su conciencia.


LUGAR DE LA ÉTICA DE CRISTO EN EL EVANGELIO CRISTIANO
 

En la Biblia, la ética siempre tiene un fundamento religioso. Cristo enseñaba con autoridad divina (Mateo 7:28-29) empleando la forma imperativa (Juan 13:34), de manera que los apóstoles pudieron hablar de la “Ley de Cristo”, 1ª Corintios 9:21; Gálatas 6:2; Santiago 1:25, quien le llama “la perfecta ley, la ley de la libertad”.

 

Exigía la obediencia sin legalismo, sus mandamientos son para los que le aman (Juan 14:15). Esta obediencia tenía su fundamento en una comunión personal con Él. Jesús se preocupa más de la fuente de la conducta que de los actos externos; Él exige la renovación interior, lo que sale del corazón del hombre es lo que contamina al hombre (Mateo 15:18-20), por lo tanto tenemos que renovar el corazón.


Los que en su conducta siguen el ejemplo del Padre, esos son sus hijos (Mateo 5:44-48), lo que implica la necesidad de un cambio radical en el hombre, que Jesús describe como “nacer de nuevo”, sin lo cual nada es posible en el reino del Espíritu (1ª Corintios 2:14).


La vida a la cual están llamados los hombres, es respuesta al amor redentor de Dios, y como hijos de Dios y participes de su Espíritu.


La Ética de Cristo es la Ética del Reino, ya que sus normas se aplican únicamente a los miembros del Reino, a los que tienen una comunión personal con Él y en quienes mora su Espíritu.



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